Sensaciones
Caminaba hacia el hotel y caía una lluvia lenta y triste que me ha ido empapando poco a poco, resbalando sobre mi frente, mojando mi cabello, recorriendo las arrugas de mi rostro. Fría. Estaba fría. Parecía que de un momento a otro iba a atravesar mi piel y llegaría al corazón, paralizándolo.
Ahora, atrapado aquí dentro, oigo el gotear de las hojas de los camelios en flor, que adornan la calle. Oigo el sonido constante, -plin, plin-plin- sobre los cristales. Oigo mis palabras resonando en mi cerebro.
Y deseo. Deseo que la lluvia se convierta en pequeñas bolas de nieve y cubra de blanco la ciudad. Deseo romper esas cadenas, que unidas por nuestros miedos, no nos dejan volar.
Ahora, atrapado aquí dentro, oigo el gotear de las hojas de los camelios en flor, que adornan la calle. Oigo el sonido constante, -plin, plin-plin- sobre los cristales. Oigo mis palabras resonando en mi cerebro.
Y deseo. Deseo que la lluvia se convierta en pequeñas bolas de nieve y cubra de blanco la ciudad. Deseo romper esas cadenas, que unidas por nuestros miedos, no nos dejan volar.
4 comentarios
ocean -
te felicito
niajo -
_Mary_ -
Esta página suelta está muy bien escrita, una página de la vida diaria, como el diario acontecer de cada uno de nosotros, en el momento y en el espacio que nos ha tocado vivir.
Saludos.
_Mary_
la hora de las brujas -