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Corazón

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VA POR TI...

Ese sentimiento es el que realmente tú me trasmites.

Sé que aunque estás lejos siempre consigues consolarme, animarme y hasta hacerme sentir un poquito especial, a través de tus letras y acciones.

Siempre estás allí en el momento preciso, compartiendo momentos de felicidad y de sufrimiento.

Sé que no siempre tienes el tiempo disponible, es por ello que no quiero invadir tu privacidad sintiéndome con derecho absoluto para exigir tu presencia y atención cuándo no es posible.

Es por ello que te digo; ven cuando puedas, cuándo tengas a bien compartir unos momentos conmigo.

Tus huellas siempre dejan un toque mágico en la arena de mi playa y aunque el viento las borre, tus palabras se han quedado escritas en la roca de mi corazón.

Perdona si en ocasiones he utilizado tu amistad, no ha sido mi intención.
Quiero cuidarla para que perdure por mucho tiempo...

GRACIAS, por dejarme entrar en un pedacito de tu vida, para compartir, reír, disfrutar pero sobre todo, por lo que me das a cambio de nada.

Poco es lo que te puedo ofrecer, pero si de algo sirve tómalo, aquí está.

Creo en la amistad con el corazón abierto.

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Hoy estoy de pretenciosa, ¿has visto el nuevo botón de corazón? :) Lo hizó mi buen amigo Blind ... Aprovecho para agradecer su tiempo, ingenio y buena voluntad.

¿Por qué gritas?

<em>¿Por qué gritas?</em>



...Ya recuerda cuándo era pequeña mamá siempre le decía:

-“¿por qué gritas tanto cuándo te enojas? Nos tienes tan cerca que sí hablas despacio igual te escuchamos ¿por qué intentas golpear a tu hermano, es que no lo amas?”.

Extendía sus brazos para abrazarla al tiempo que explicaba:

“Cuándo pase el tiempo te darás cuenta que no todo en la vida se resuelve gritando y menos con golpes. Solo complicarás la situación. ¿Sabes? El día que te enamores, hablarás muy despacito, casi al oído del ser amado, por qué entre sus corazones existirá poca distancia y estarán unidos por dos únicas razones; el amor y respeto. Las palabras y aptitudes que tú emplees servirán para que ese sentimiento crezca cada día más. Así pasará con tus amigos, compañeros de colegio etcétera, hablando siempre te entenderán mejor. Habrá momentos en los que las palabras no sean necesarias pues una sola mirada expresará todo lo que sientes. Cuando te enfades no grites, eso sólo creará una barrera y la distancia cada día será más grande. Ten presente que no siempre estaremos contigo, ni tampoco el ser amado. Llegará un día en que la distancia sea tan grande o tal vez el camino no tenga regreso”.

Mientras recordaba las palabras de mamá, decía ¿Por qué ella siempre tiene la razón?.

Horas...

<em>Horas...</em>



Hoy, estuvo en esa sala de espera. Esperando a alguien que no iba a llegar, viendo pasar inmóvil las horas, soportando el frío de la elegante pero solitaria noche, mendigando apenas una mirada que se dirigiera a ella, una voz que le dijera “hola”. Así una vez más el paisaje paso inédito frente su ventana.

Que ilusa, pensó que podía escapar, nuevamente cayó en sus redes y ha vuelto a ser el mismo mimo de ayer, el que un día fue estatua de carne y hueso, su función era observar y callar. Pero nunca le prohibieron sentir y amar. Una noche más en la sala de espera, sin nadie fijo a quien esperar. Viendo pasar el tiempo, mientras salta una pregunta ¿quién se ríe de quién? Ella cree que se ríe de la vida, pero en su interior y muy a su pesar sabe que hace tiempo se convirtió en bufón y ha permitido que la vida siga riéndose de ella.

La vida sólo se vive una vez, la toma o la deja, pero no puede continuar así. Las horas no pasan, las horas se quedan allí, la que realmente esta pasando y sin boleto de vuelta es ella. Las alas siempre las ha tenido y sabe que puede volar, pero hay algo de lo que no se puede soltar.

Soñar...

<em>Soñar...</em>



...Ganas no le faltaron para renunciar a la visita de hoy, pero hizo un sobre esfuerzo y como robot emprendió camino. Cuándo se dio cuenta ya estaba recostado en el sofá desde dónde últimamente veía caer la tarde. Ella tan dulce y amable como siempre tomó sus manos entre las suyas y acariciándolas suavemente comenzó:

“¿Cómo estamos?, nuestro trabajo de hoy y siempre es hacer que no te mueras tú también. Llora sí es que así lo sientes, deja tus lagrimas correr libremente purifican el alma. Después abre tu corazón, déjala partir, cuál si fuera una golondrina en otoño. El amor sigue vivo no tiene por que morir, existe en tu vida y dónde alguna vez hubo fuego cenizas quedan, solo esperan un leve soplido para volver a convertirse en llamas. Podrás seguir viviendo sin ella, volverás a amar. La vida es como la rueda de la fortuna, hoy estas aquí, mañana no lo sé. ¿Sabes? Cuándo un campesino siembra sus semillas lo hace con la firme idea de que un día volverá a ese campo a recoger el fruto, pero sí por alguna extraña razón su cosecha no es la deseada, jamás lo veras removiendo la tierra para buscar las semillas. ¿Entonces tú, por qué te empeñas en remover las cenizas de un algo que se ha ido y no volverá? Sólo te proporcionan desconcierto e inestabilidad. Cuándo des amor, no esperes recibirlo de igual manera, mucho menos pienses que será por toda la vida, vívelo en el momento y disfruta de él, para que en los tiempos difíciles como estos te alimenten el alma y te den fuerza para seguir sembrando con ilusión. Siéntete feliz de saber que eres capaz de amar sin reservas ni medidas, que el amor que hay en ti es tan suficiente para amarte, quererte y cuidarte. Ella se ha ido y tú tienes el compromiso de vivir y disfrutar por los dos, con mas entusiasmo y alegría”.

Sonó el despertador, era hora de levantarse.

La playa...

La playa...

La arena de la playa acariciaba suavemente sus pies, jugueteaba con las olas y su mirada se perdía allá dónde el horizonte se junta con el mar. Volteo y vio las huellas que iba dejando en algunos sitios las olas las habían borrado pero otras tantas estaban remarcadas.

Así son las huellas que nos van dejando desde nuestra niñez los rostros de las personas, los rasgos de escritura que se fijan en nuestra memoria y recordamos con cariño o tristeza. Soy un caminante errante a quien la vida le muestra un laberinto con muchas entradas que no sé si tengan salida y en momentos no sé cual elegir. Lo que realmente es cierto es que cuándo algo me gusta exploro y camino lentamente hasta perderme en la búsqueda de lo que deseo no importa el resultado.

Así como hoy de vez en cuando me gusta voltear mi vista y ver las huellas que voy dejando. Sí unas son pequeñas, otras son grandes y otras se las ha llevado el mar. Pero unas serán suficientes para que la vida sepa que estuve allí.

¿Qué es el silencio?

<em>¿Qué es el silencio?



Es la capacidad de pensar sin cabeza, volar sin alas, caminar sin pies, observar sin perturbar, escuchar sin interrumpir, palpar sin crear incomodidad, disfrutar de una flor sin robarle su aroma, pero sobre todo la capacidad de entrar en uno mismo y ver nuestra realidad...


Momentos maravillosos que vivo en el silencio y soledad de mi habitación, observo por la rendija de la persiana a las estrellas que brillan cual si fueran la luz de las luciérnagas alumbrando la noche.

Voy reconociendo nuevamente quien soy. Alguna vez he pedido que se pare el mundo por qué inconscientemente he querido bajarme de el. Sonrío y pienso: "Ha sido una gran mentira o tal vez lo he dicho de broma", ahora mismo no tengo intenciones de dejar de ser. El amor por mi vida me permite mantener el corazón abierto lleno de buenos sentimientos capaz de dar y recibir amor. En silencio reconozco el entusiasmo por crecer y aportar lo mejor de mí.

En esos momentos cuando he caído, cuando se han agotado mis fuerzas y el viento sopla queriendo apagar la luz de mi camino y todo se torna oscuro, sé que soy fuerte, capaz de seguir creyendo, andando y viviendo.

En otros momentos el silencio hubiese sido enloquecedor, pero hoy simplemente lo he disfrutado.

Silencio y palabras...

<em> Silencio y palabras...</em>



"Es de sabios si sabes cuando hablar y cuando callar"

Un día hablando con alguien y en un momento acalorado de la conversación le dije; "tus palabras no tienen validez, siempre terminan llevándoselas el viento". Ahora con el paso del tiempo me he dado cuenta que son las únicas que se han quedado conmigo. Han dejado una huella imborrable en mi vida. En los momentos de soledad, cuando estoy en silencio, vienen a mi mente y parece que vuelvo a escuchar su voz, haciendo promesas que se quedaron prendidas del viento. Pero también diciéndome aquellas palabras que eran administradas en pequeñas dosis, capaces de curar mis heridas, de animar mi corazón, de iluminar mis días.

Nuestras palabras son producto de nuestros pensamientos, únicamente decimos lo que pensamos y sentimos. Por eso en momentos de enojo y resentimiento, será mejor quedarse callado, por que una palabra duele más que un golpe, el dolor pasa y se olvida, las palabras se quedan como tatuajes que nos acompañan a lo largo de nuestra vida.

La comunicación es vital, pero hay momentos en los que el silencio es el mejor regalo, para nosotros y para la gente que amamos.

Un día, diferente...

<em>Un día, diferente...

Mientras saboreo una taza de café puedo ver que el cielo esta nublado, pronostica un día frío, y tal vez por la tarde llueva. Un día diferente, así le llamo yo, cuando llegué al trabajo lo primero que hice fue sacar todo lo que tengo pendiente y he comenzado la rutina diaria. Giro la mirada disimuladamente hacia el reloj de pared y me doy cuenta que son las 11:00 de la mañana, presiento su mirada volteó, es ella, mi compañera de trabajo, me he quedado por un momento sin saber que decir, hasta que ella rompe el silencio.

-“¿estás enojada?”
-“No, claro que no, ¿por qué preguntas?”
-“bueno apenas has saludado y no has dicho nada”

Hasta ese momento me he dado cuenta que no he pronunciado palabra alguna, en realidad siento que no tenía nada que decir, hoy no me siento con ánimos de platicar como otras veces.

-“bueno, tengo mucho trabajo y quiero sacarlo cuanto antes, que ya viene el de hoy, y se acumulará, además he de irme justo a la hora de la salida”.

Y con cara de aburrimiento le dije: - “mira nada más, todavía no vamos ni la mitad de la jornada y ya me quiero ir”.

Pinte una sonrisa fingida, al tiempo que volvía a mi cerro de papeles. De lo que si soy conciente es que en ningún momento me he portado grosera con ella, he respondido de la mejor manera para que ella no se sintiera ofendida. Así transcurrió el día, mi urgencia era grande, quería escapar cuánto antes de ese encierro, no soportaba un minuto más, guarde todo y me despedí. He llegado más pronto que de costumbre a casa, y cuándo papá me vio, dijo;

-“Que sorpresa, hoy has llegado mucho antes que de costumbre” parece que le dio gusto verme, salude y pase de largo, sin dar ninguna explicación como otras veces. Seguramente el echo de menos que le contará algo de mi día, pero simplemente hoy no tenía deseos de decir nada. Después llegó mi sobrinito y como de costumbre me alcanzo con sus bracitos abiertos, gritando -“tía, que bueno que ya llegaste, mientras me daba un beso en la mejilla”. Sí me he portado indiferente y fría.

Después mi mamá me ha dicho “¿te pasa algo?”. Mi mirada le dijo todo, se levanto de mi lado y despacio cerro la puerta de mi habitación. Cuándo me quede sola, justo como quería estar pensé…

“Pues no, no lo entiende por qué ella no es adivina. Nadie me ha hecho nada y mucho menos son responsables de mi mal humor. (Es que me estoy volviendo vieja). No tengo que inventar pretextos ni buscar culpables, soy la única responsable de lo que me pasa”.

Hoy me plantee un nuevo proyecto, que estoy en la mejor disposición para llevar a cabo. Cuándo llegué al trabajo, antes de entrar dejaré afuera los problemas de casa. Y viceversa, cuándo llegué a casa, antes de entrar a ella, colgaré los problemas del trabajo y mañana cuándo salga hacía el, los recogeré para llevarlos conmigo. Y es qué por que con la gente que más me quiere desquito todo el coraje que siento. Creo que debería ser al revés, con ellos debería ser más justa en mis actos.

Mañana es un nuevo día.

A propósito de..

<em> A propósito de..</em>

Este domingo es día del padre y en México, en 20% de los hogares falta la figura paterna “porque se fue con otra”, “porque se murió”, “porque nunca estuvo” o “porque jamás se enteró de que tenía un hijo”. En este día del padre, miles de niños mexicanos no correrán a los brazos de “SU PAPÁ”, ni lo llenarán de besos u obsequios, tampoco le recitarán la poesía que con esfuerzo se aprendieron, ni le cantarán las mañanitas… Y no lo harán porque simplemente no lo conocen o, como hace mucho tiempo que los abandonó, ya ni se acuerdan de cómo es su cara.

Para estos niños, su madre es lo más parecido que conocen a un padre. Hoy, existen más de 4.5 millones de mujeres que le hacen a la “mono-paternidad”, es decir, son mamás y papás en uno, súper mujeres que se dividen para tener tiempo de educar, divertir, amar a los hijos y trabajar muy duro para llevarles el sustento… Son mujeres que deben poseer la ternura de una madre y la mano dura de un padre, que deben ser fuertes, luchadoras, firmes pero también sensibles, cariñosas y pacientes.

Este día del padre, sí hay que felicitar a los papás responsables y comprometidos con su papel, pero también hay que reconocer a esas mamás que luchan contra viento y marea para sacar adelante a sus hijos, que sin un apoyo masculino vencen los obstáculos, que llevan alegría en su corazón y jamás se rinden. Para esas “ma-pás” tengo esta historia:



“Esta mañana el salón estaba arreglado como nunca, los niños llegaban de la mano de sus papás mientras yo, sentada junto a Juan, mi hijo de 10 años, me preguntaba porqué me había pedido que fuéramos. Es el día del padre y aunque en casa jamás celebramos esta fecha y para Juan es un día como cualquier otro, en esta ocasión insistió mucho para que lo acompañara a la escuela. Empecé a sentirme incómoda cuando noté que los que entraban sólo eran papás, aunque me tranquilicé cuando vi a otras dos mamás sentarse.

La maestra nos dio la bienvenida al festival del padre y empezaron a presentarse diferentes números que los niños prepararon: tres canciones de padres, dos poemas, un cuento… y yo sólo pensaba en lo desdichado que se estaría sintiendo mi Juan, al ver que la mayoría de sus compañeros estaban acompañados de esa persona que no quiso ser parte de nuestras vidas… Lo único que quería era irme de allí; cada numerito me recordaba de que estábamos solos y me sentí tan mal de no haberle dado un padre a mi hijo, de no retenerlo, de no convencerlo que no se fuera.

Terriblemente deprimida, con los ojos llenos de melancolía, sentí un apretón de manos de mi chiquito, que con una gran sonrisa me dijo “me toca a mí, mamá”. Con mucha seguridad y fuerza interior se paró en medio de la sala y mirándome a los ojos me dijo: “El otro día tuve una clase donde la maestra nos preguntó ¿Qué hace un papá? Yo me quedé callado y triste porque creía que no tenía uno, como los otros niños. Pero entonces empecé a escuchar lo que contestaban: “Mi papá juega al fút conmigo, mi papá me regaña, mi papá me cuenta cuentos, mi papá me lleva al museo del automóvil, mi papá a veces grita, mi papá me hace cosquillas, mi papá me ayuda con la tarea, mi papá me explica cosas que no entiendo, mi papá me ama”… Y entonces, cuando oía todo lo que mis compañeros decían, pensé en ti mamá. Que yo estaba triste porque creía que no tenía un papá como ellos, pero en realidad sí lo tengo, porque… Todas esas cosas que los niños dijeron, las haces tú, es más, creo que tú haces más cosas que todos sus papás juntos. Y te quise invitar a este festival porque aunque no tienes bigotes como el papá de mi amigo Tito, eres la ma-pá más buena que me pudo tocar”.

Enmudecí al escuchar a Juan, toda mi vida creí que él se sentía incompleto, desdichado y solitario… Y ese día del padre, ese niño me dio una gran lección. Yo no soy una madre soltera, abandonada o sola, soy una “ma-pᔠque tiene un gran tesoro que cuidar y sacar adelante. ¡Feliz día del padre a mí!

Fuente: Fundación México Unido y sus Valores Culturales.

No estoy triste...

<em>No estoy triste...</em>



Se dijo así misma. Mientras abría lentamente la ventana y veía como transcurría la noche, hace tiempo que comenzó con esa rutina diaria, pero últimamente la noche ha perdido la magia, el cielo ya no tiene ese brillo especial con el que iluminaba su mirada. Recuerda que algunas veces le decían –“cierra esa ventana y ve a dormir”. Ellos creían que poco dormía y por lo tanto se perdía de soñar.

Pero… ¿Hay algo más hermoso que soñar despierta? Para ella eran los mas bellos sueños, capaces de estremecer su cuerpo y que en esos minutos los convertía en ciertos.

Hoy extraña; a quien contarle como fue el día, decirle sus planes para mañana, tocar esa mano y suavemente ir entrelazando sus dedos hasta convertirlos en eslabones de una fuerte cadena de amor. Ver reflejada su mirada llena de amor y ternura en sus ojos, reír juntos por tonterías.

Llegó el día más pronto de lo esperado, él marchó y le dejo el corazón partido en dos. Desde entonces ella lucha por encontrar una razón que la haga sentir viva, busca motivos para enamorarse de la vida y sentir que vale la pena vivir. “Es verdad que la costumbre, es más fuerte que el amor”. Suspira y vuelve su mirada al lucero, sabe que desde allí él la vigila, seguramente querrá que vuelva a ser feliz. Parece que siempre estuvieron, él en el cielo y ella en la tierra, inalcanzable.

Comparaciones...

<em>Comparaciones...</em>



“Que pésimas son las comparaciones”. Coincidimos en decir lo mismo Isabel y yo. Hay ocasiones en las que dicen -“pero él sí puede ¿por qué tú no?” “él/ella es mejor que tú”- ¿Mejor en qué?, se supone que cada cabeza es un mundo, piensa diferente y el corazón siente diferente. Sí, todos tenemos la misma capacidad de pensar y hacer. Pero no todos actuamos igual.

Es bueno tener un espíritu competitivo, por que buscaremos siempre la mejora en todas las cosas que emprendamos lo malo viene cuándo comenzamos a compararnos con los demás, entonces estaremos más a la expectativa de lo que hacen y nos perderemos de nosotros mismos. Ahora recuerdo cuándo mi papá me decía –“mira tu hermano ha obtenido muy buenas notas, en cambio tú…” Sé, que lo que él buscaba era motivarme a ser igual o mejor que mi hermano, pero francamente a en vez de alentarme me desanimaba, pordría ser que inconcientemente trataba de imitarlo, pero siempre pensaba "él, es X, yo soy Z, y cada quién tiene su propia personalidad".

Creo que si nuestros papás festejaran con nosotros nuestras pocas o muchas habilidades y destrezas que poseemos desde pequeños, las desarrollaríamos al máximo, creceríamos llenos de confianza, aprenderíamos a admirar y reconocer los logros de nuestros semejantes, motivándonos e inspirando a ser mejores y los tomaríamos como ejemplos a seguir.

No hay en el mundo dos seres iguales, todos somos diferentes. Por lo tanto no debemos compararnos con nadie, pues a la larga podríamos llegar a sentir envidia. Que sólo nos traerá como consecuencia la perdida de tiempo. Es mejor competir conmigo misma, que con mi compañera de trabajo.

Testigo del batón

<em> <center>Testigo del batón</center>

Con mucho gusto acepto y respondo a las siguientes preguntas, que "Dynaheir" me ha pasado.

1.- Estás atrapado en Fahrenheit 451, ¿qué libro te gustaría ser?

  • Todos, absolutamente todos los libros. No importa sí son de escritores reconocidos o no, pues en su momento han sido escritos desnudando el alma del autor, y seguramente ha sido con toda la ilusión del mundo. Todos tienen un solo propósito la enseñanza en cualquier ámbito de la vida ya que los libros son cultura y semillas de enseñanza.


2.- ¿Alguna vez te enamoraste de algún personaje de ficción?

  • No, en realidad de ninguno. Los he admirado por la magia que me trasmiten y por que me hacen vivir las emociones. Pero no enamorado.


3.- ¿El último libro que compraste fue?

  • Brida y La Quinta Montaña, de Paulo Coelho.


4.- ¿Qué estás leyendo actualmente?

  • Lo secretos del corazón. (Gibrán Khalil)


Cinco libros que llevarías a una isla desierta:

  • El milagro más grande del mundo. (Og Mandino)


  • La segunda oportunidad. (Carlos Cuauhtémoc Sánchez)


  • El alquimista. (Paulo Coelho)


  • La quinta montaña. (Paulo Coelho)


  • El principito. (Antoine Saint Exupéry) Qué fue uno de mis primeros libros que leí. Siendo sincera la primera vez no me gusto, poco le entendí. Me hice acreedora a una buena regañada por no dar un resumen completo. Así que ahora de mayor, lo he leído y me ha conquistado. Me encanta su mensaje.


5.- ¿A quién le pasas el Batón y por qué?

  • Me encantaría pasarlo a todos y cada uno de ustedes amigos que me hacen el favor de seguir mi blog, sí lo desean pueden contestar las preguntas todos (cuándo tengan un poquito de tiempo), me encantaría conocer sus respuestas. Especialmente invito a: "LeeTamargo", por que es un gran escritor y poeta que escribe deliciosamente y me encanta. Gracias.

Mi sombra...

<center><em>Mi sombra...</em></center>

Era de mañana cuándo salió a caminar, el sol estaba puesto hermosamente y ella sentía su calor. Miro fijamente su sombra que dibujaba perfectamente a su cuerpo... cómo niña jugaba con ella e intentaba pisarla o dejarla atrás. Así estuvo un largo rato, descubrió que era simplemente imposible. Emprendió su camino a casa mientras pensaba...

“Mi sombra, es de lo único que no me puedo deshacer... Va y viene por dónde voy. Es mi eterna compañera, de mi depende que sea una buena o mala compañera y consejera. Tiene la virtud de hacerme sentir valiente para perseguir mis ideales hasta alcanzarlos, pero también sin querer puedo convertirla en mi peor enemiga y claudicar antes de comenzar mi búsqueda, llenándome de inseguridades y temores, no dejándome avanzar, he comprobado, es un hecho que no podré dejarla atrás. Lo más acertado para mi es caminar de acuerdo con ella, sentirla como sí fuera mi ángel de la guarda, que me cuida, me protege y me aconseja. Queda prohibido dejar que me martirice y domine con sombras que no sea la mía, que formen parte del pasado, esas sólo consiguen atormentar mi corazón. Hoy hace sol se dibuja a mi lado, en la noche va atrás y otras más delante de mi. En está vida nadie puede hacerme sombra, únicamente yo, juntas siempre en el camino".

Táctica y estrategia...

<center> <em> Táctica y estrategia...

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

Mario Benedetti

Colores...

<em>Colores...</em>

La vida nos da la oportunidad de escoger el color que más nos guste para colorear nuestros días. Sí, ya sé que me dirás –“pero en ocasiones no depende de nosotros, todo indica que es el destino quien se encarga de pintar de gris nuestros días”- Totalmente de acuerdo, hay días que parece que nos hemos levantado con el pie izquierdo y todo sale mal. Pero sí a eso le sumamos una sonrisa, una buena aptitud y le ponemos todo el entusiasmo por que marché mejor, ¿Qué tal que le ganamos la batalla?.

Hay momentos en los cuales la vida nos pone pruebas difíciles, tenemos que tener en cuenta que sólo hay dos caminos; seguir luchando por lo que deseamos o quedarnos mirando como pasamos por la vida sin lograr nada. Alejémonos de la gente que sólo usa el color negro y gris, terminará por contagiarnos. Acerquémonos a aquellos que pintan de colores sus días.



Aunque ahora que lo pienso mejor en una vida equilibrada debe haber de todo, y por eso existen todos los colores en la paleta. Pero nada en exceso todo con medida.

BLANCO: Pureza, inocencia, optimismo

LAVANDA: Equilibrio

PLATA: Paz, tenacidad

GRIS: Estabilidad

AMARILLO: Inteligencia, alentador, tibieza, precaución, innovación

ORO: Fortaleza

NARANJA: Energía

ROJO: Energía, vitalidad, poder, fuerza, apasionamiento, valor, agresividad, impulsivo

PÚRPURA: Serenidad

AZUL: Verdad serenidad, armonía, fidelidad, sinceridad, responsabilidad

AÑIL: Verdad

VERDE: Ecuanimidad inexperta, acaudalado, celos, moderado, equilibrado, tradicional, esperanza.

NEGRO Silencio, elegancia, poder

ROSADO: Este color refleja ingenuidad, bondad, ternura, buen sentimiento, ausencia de todo mal.

Yo escojo el verde, de la esperanza y el rosa de la feminidad. Además de que me gusta soñar mi mundo rosa.

¿Tú, ya elegiste tus colores?

17/julio/2003

<em> 17/julio/2003

Lo mejor de estar escribiendo una carta es que la llevas todo el tiempo dentro de ti y sientes como tus sentimientos van tomando cuerpo en tu interior. Ves como la realidad de tu vida pasa por tu mente en unos instantes…

Y sé que cuándo te llegué, tus manos me estarán sintiendo, estaré segura de que tendrás un trocito más de mi contigo. Y me imagino tus ojitos oscuros y sinceros que aman con ternura, que me miran y se preguntaran ¿cuándo podrán acariciar los míos?.

Que milagro más bello fue, ese instante en que nuestras vidas se cruzaron por primera vez, uniendo a nuestros corazones y almas. Para desde entonces compartir momentos llenos de magia y ternura que poco a poco se fueron convirtiendo nuestra forma de vida y de amar.

¿te he dicho que eres lo mejor que ha sucedido en mi vida? Suena ridículo, sí, pero no te extrañe que el amor me ha vuelto loca y me hace decir palabras que nunca pronuncié. Te amo, te amo como nadie te amará jamás.

Sólo una cosa más, decirte que hay amores que se llevan hasta la muerte y el mío es así, te amaré más allá de la vida.

Al final he dibujado un corazón que han besado mis labios, con la ilusión de que los sientan los tuyos.

Por siempre.

Mi cuerpo...

<em>Mi cuerpo...

No recuerdo bien cuándo fue la última vez que hablé con él, lo único que recuerdo es que fue para recriminar las partes que no me gustaban y me hacen infeliz, mal dije el momento en que ha cambiado tanto y lloré de impotencia por no tener las suficientes fuerzas y ganas para poder darle una vida mejor, conté las veces que he necesitado de un frío espejo para verlo y criticarlo, pocas veces para admirarlo.

Hoy en la soledad e intimidad de mi habitación, lo vi reflejado en el gran espejo de mi tocador, miré fijamente mis ojos, en ellos se dibujaban dos corazoncitos que me trasmitían miradas de amor, lo fui descubriendo palmo a palmo amorosamente. Ya sé que no es el más perfecto, pero para mi es mi maravilloso cuerpo.

De esos dos corazones comenzaron a fluir lágrimas de tristeza por no prestarle la atención necesaria. Por las veces que no he reparado en comprarme unos jeans, unas zapatillas o una crema para mi rostro, postergando una visita al médico y disponer de tiempo y dinero para hacerme un examen asegurándome de su buen funcionamiento. Le pedí perdón por no valorarlo y amarlo como se debe.

Sé perfectamente que mientras ese cuerpo imperfecto éste sano, seré creativa, productiva, sentiré el placer, el dolor, la risa, el calor, el frío, amaré, iré a donde yo quiera.

Lo único que me hace falta es renovar a cada instante mi amor por él. Nadie más que yo debe estar satisfecha con él. Pelear como una guerrera hasta conseguir la aceptación total. Sus cualidades son grandes y muchas para sentirme feliz. Así es mi cuerpo.

Etiquetas...

<em>Etiquetas...</em>

Me gusta estar siempre abierta al cambio, aventurarme a nuevas experiencias, aunque a veces suelo caer en la vieja rutina.

En lo personal soy muy dada a ponerme etiquetas, respecto a mi conducta social y mis hábitos. Creo que todos tenemos una idea de lo que somos y nuestro comportamiento hacia los demás. Lo malo de todo esto es cuándo utilizamos estas etiquetas para privarnos de experiencias nuevas que pueden brindarnos enriquecimiento personal. Por ejemplo a veces siento gusto por un deporte o por un arte, pero sí alguien me dice “no sirves para esto, mejor dedícate a otra cosa” suelo darme por vencida y hago caso de los comentarios, sin atreverme a demostrar que sí puedo, que sí soy capaz.

Reconozco que soy muy dada a decir: “no me gusta” y en silencio analizo, ¿por qué digo que no me gusta, si nunca lo he probado?. Mi verdad es otra tengo miedo a transitar por caminos desconocidos y perderme, a experimentar nuevas sensaciones y ser dañada. En ocasiones cuándo me siento atacada me defiendo diciendo “siempre he sido así y me siento contenta, no tengo por qué cambiar”, aunque bien podría traducirlo en: me niego a hacer algo que nunca he experimentado y estoy conforme con lo que tengo/hago.

En lo más intimo de mi mente y corazón, pienso y siento, que no es bueno poner/nos etiquetas, ni vivir con prejuicios, debemos salir del encasillamiento, explorar todos lo terrenos posibles. Estar abierto a todas las posibilidades, no etiquetar con un “no me gusta” sin antes haberlo probado. Decir, “no sirve o no puede”, sin antes darle la oportunidad de demostrarnos de lo que es capaz de hacer.

Me ha tocado ver/oír cuándo etiquetan a las personas por su nacionalidad, sexo, religión o color de piel y, en ocasiones se toma como referencia el comportamiento de una mínima cantidad de habitantes de un país, para generalizar, siendo injusto por qué no todos pensamos ni sentimos igual. He aprendido que detrás de esa apariencia dura, se encuentra un ser sensible capaz de sentir y compartir experiencias que pueden ayudarme a enriquecer mi vida. Congeniar con todo los seres humanos que nos rodean es uno de los secretos del “ no encasillamiento”. Tenemos la opción de tomar lo mucho o poco que nos puedan aportar.