Buenos días...

Mi pensamiento y cuerpo acostumbrados a la rutina diaria se mueven como robot y llega la hora de partir al trabajo. Tengo muchos planes que realizar hoy, así que voy con la mejor disposición de comenzar mi día.
Llegó y me encuentro con un cliente mal humorado. Se queja que tiene una hora esperando que abran y es muy tarde. Yo de buena forma e intentando apaciguar su enojo le digo que la hora de abrir es a las 9.00.
¿Cómo decirle, qué no tengo la culpa que para él sea muy tarde?, estoy cumpliendo con mi horario de trabajo. Me sentí disgustada con la forma en que se ha dirigido a mí, pero disimulé e hice de tripas corazón para mostrar un gesto amable. Sí, supongo que como en toda empresa que ofrece un servicio, estamos capacitados para entender que el cliente es lo más importante. También de una manera convincente ofrecer los productos y hacerle saber que son de excelente calidad y que compiten en el mercado con las mejores marcas. Pero yo me pregunto ¿Por qué un cliente no se pone del otro lado del mostrador? Existe desde él que quiere que le resuélvamos todos sus problemas, hasta él que se enfada por que cierro justo a la hora. Debería entender que no soy maga para solucionar sus problemas y que como todo ser humano espero la hora de salida para hacer lo que yo quiera con mi tiempo libre, pues yo también tengo deseos de sentir el aire fresco de la tarde en mi piel.
En los cursos de relaciones humanas nos han exhortado a qué cuándo lleguemos a la puerta de la empresa dejemos todo lo que pueda interferir en nuestro buen desenvolvimiento del trabajo. Siempre debemos verbalizar la frase de “buenos días/tardes” de la mejor manera posible y nuestra expresión corporal debe decir lo mismo. Pero sinceramente a veces es tan difícil llevar a cabo esos principios y, por más entusiasmo que le pongamos al asunto todo se va al fracaso.
¿Qué culpa tengo yo de la desventura de los clientes? Sí, tengo paciencia y mucha “para eso me pagan”, pero hoy la he perdido. Primero por el cliente de en la mañana tenía una hora de esperar y, al último otro más por que apenas son las seis y ¿ya cerraron? Sí, he tomado mi bolso y no perdí la oportunidad de salir corriendo en busca de aire fresco. Por cierto pasé a comprar algunas cosas que me hacían falta y justo cuándo entraba al comercio la señorita iba a cerrar, cuándo me vio poner un píe adentro note su expresión y dije; “no sé por que se me hace tan familiarizada”. Lo peor de todo, no poder decir; “¿Por qué no regresa mañana?”.
17 comentarios
MiRe -
Anónimo -
Corazón... -
He leído uno a uno sus comentarios, me alegra que esten aquí, agradezco su visita y como siempre... Seguimos en el camino.
Que tengan un buen día y, una excelente semana.
Saludos a tod@s...
MaríAn...
;o)
Marian -
Un besín
Ratoncilla -
Besitosssss...
Paulina -
Pero tu se diferente tu a la hostilidad responde con tu mejor sonrisa , no hay mejor arma que una sonrisa ...
Besos
ten un buen dia :-)
MAX -
Trini -
Paciencia querida Mariám, mañana será otro día.
Besos muchos
Mirela -
Te admiro que trabajas con tanta paciencia :)
Hay algunos clientes insportables, pero ojala no te rompan el buen humor.
Aqui dicen "la cosa humana es esperar"
Ajala no tengas mas situaciones asi y trabajes descansando mucho :)
un abrazooooooo desde la ciudad de lluvia :)
:)
Azusa -
aminuscula -
Un beso
buho -
El tema es que aquí, cada uno vemos nuestra postura, nuestra necesidad personal... Y por desgracia todos hacemos lo mismo. No somos perfectos. Siempre que veo algo que no me gusta de otro, le doy la vuelta y procuro pensar si yo lo hago también. Y resulta que sí.
Te hace ser muy empática, pero no sé si es una postura demasiado adecuada con el día a día. Ser empática puede ser tonto. Porque como todo se entiende, se aprovechan... Y para aprovechada pues la verda, yo. Que de tonta ya se me agotó el cupo.
Un besito
julio -
Bueno, luego se hace el propósito de que no volvera a ocurrir (lo de perder los nervios)
Un abrazo
Néstor -
Considera mi posición.
Besos.
Anónimo -
LeeTamargo -
LeeTamargo.-
Nyob3 -