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Corazón

Con Corazón

Ella...

<em>Ella...</em>

 

Había mantenido una relación por varios años  con un hombre muy guapo, inteligente y con mucha personalidad. Ella no era guapa, más bien era común, él le decía que era inteligente y se conformaba con ser agradable a la vista de ella y él. Una vez…. No, no varias veces cuándo sacaba del  bolso la fotografía de su amado, sus amigas no podían evitar decir, “¿estás segura qué te conoce? ¿Dices qué te ama?”, ella segura de sí misma y sintiéndose querida por ese hombre, respondía; “pero claro que me conoce tal y como soy, sabe todo de mi, entre nosotros no existen secretos”.

 

A pesar de los pronósticos de la gente el amor se impuso y  vivieron juntos. Hubo  días de lluvia, ráfagas de viento de las que pensaban no quedarían de pie, noches que parecían no tener fin, pero ante todo se imponían aquéllos días llenos de sol, esos paseos por la playa y sus descansos sobre las rocas del mar mientras  tomados de la mano miraban  juntos aquél horizonte  sin dejar de hacer planes pero siempre juntos. Sí, como nada es para siempre uno de los dos se ha tenido que adelantar en el camino, ella no quería, pero no estaba en sus manos evitarlo, ha llegado la hora de partir. “Adiós mi princesa, mi amiga, mi novia, mi amante, te vas y te llevas un pedazo de mi corazón, el brillo de mis ojos y mis deseos de vivir, esperame como lo hacías en nuestro banco preferido. Te amo”.  Ella se fue fijando su vista  en esos ojos castaños  que la habían hecho sentir la mujer más linda y feliz.

 

En esta tarde fresca de primavera se sentó en ese su banco preferido y sacó del baúl de los recuerdos esos grandes trozos de su vida. “Ah, mi princesa,  me has dado lo mejor de ti.  Siempre supe que eras linda, pero lo que realmente me enamoro, fueron las raíces que guardaba tu corazón y lo hacían fuerte en los tiempos difíciles, lo hermoso siempre estuvo allí”.

Huellas...

<em>Huellas...</em>

Hay rostros de personas, momentos vividos,  caminos y lugares, rasgos de escritos, que se fijan para siempre en nuestra memoria de una forma única  y se hacen imborrables.

 Soy caminante errante y por conveniencia a mí existir, en ocasiones olvido mi procedencia y otras veces ni siquiera pienso en el destino de mis pasos que van dejando huellas. Cuándo algo o alguien me proporciona felicidad   me gusta apostar todo por nada, explorar y perderme en ese instante, ahora mismo mi mente y corazón conserva gratas huellas de esos paisajes de mi vida.

 Hoy que caminé por esos antiguos caminos e hice un recuento de las huellas que he ido dejando y a la vez he ido recogiendo, son grandes tesoros. No importa lo grande o pequeñas que puedan ser, lo que realmente importa es saber que tú, ellos y, ¿por que no? todos nosotros de alguna manera hemos estado ahí.

 Gracias por tu amistad que deja su huella indeleble en mi corazón...

 

 

Con cariño...

<em>Con cariño...</em>

Te deseo:

                         Salud,        

          Paz,

                                                 Felicidad,

                                                                               Amor,

Dicha,

                                           Prosperidad.

Afectuosos saludos...

<em>Afectuosos saludos...</em>

;o)

Secreto a voces...

<em>Secreto a voces...</em>

Hoy cuándo salí a corretear con mis amigos oí rumores de que papá y mamá no son mis papás dicen que soy adoptada... -¿No vas a llorar?- preguntó pepe. Yo encogí los hombros y dije: -¿Por qué debería hacerlo?, Papá y mamá son los mejores del mundo. Me han dado todo el afecto, amor, comprensión y respeto del mundo. Desde que tengo uso de razón me han permitido ser parte de su vida. Ahora comprendo un poco más el secreto  que alguna vez mamá me confío entre lágrimas “¿sabes pequeña? Hoy quiero confesarte algo; tú no creciste en mi vientre, pero desde que llegaste a mi vida has crecido en mi corazón. Nunca antes había sido  tan feliz, tú has sido capaz de cambiar el escenario de mi vida”.

“Ya ves, “chiquin” tú, tampoco creciste en mi vientre, pero desde el día en que te adopté comenzó a crecer en mi corazón un cariño infinito por ti, al grado de que todo lo que te pasa me inquieta, hoy eres un fragmento de mi vida, “te quiero”.

Ayer pensé decirte...

<em>Ayer pensé decirte...</em>  

Qué en ese preciso momento estaba  pensando en ti.

Que me sentía muy orgullosa de formar parte de tu vida.

Que no existía un solo instante en que te apartarás de mí.

Que cuándo no te veía te extrañaba.

Que me encantaba conversar contigo, unos días más que otros.

Que necesitaba saber de ti.

Qué me encantaba el calor que me trasmitías al estrechar tus manos.

Que deseaba sinceramente todo fuera bien en tu vida.

Que celebraba tus éxitos como si fueran míos.

Que te admiraba.

Que mi mundo eras tú.

Que por ti era capaz de hacer cualquier cosa en la vida.

Que mi amor, amistad y cariño eran incondicionales.

Que me importabas siempre.

Que te quería tal y como eras.

Que creía en ti.

Que cuándo estaba entre tus brazos deseaba detener el tiempo.

Qué... qué, me abrazarás fuertemente y no me dejarás nunca ir.

 

¿Por qué dejé pasar tanto tiempo para decirlo? Hoy, simplemente ya no estás aquí.

Como un jardín...

<em>Como un jardín...</em>

Ellos, son una pareja con muchos años de casados. Los primeros años fueron  llenos de felicidad, después la vida se torno repetitiva. Un día él pensó en abandonar el hogar  que juntos eligieron para compartir su vida. Había un único motivo simplemente ya no la quería. Le relató a su mejor amigo, quien  siempre había sido su fiel consejero. 

 -“Ama a tu esposa siempre".  -"¿Cómo hacerlo si ya no siento nada por ella?"  -"Ámala, cómo en un principio. Revive  la decisión de amarla con dedicación y entrega . Recuerda que amar es un verbo que da como resultado el  amor. Y el amor es como un trabajo de jardinería que consiste en cuidar diariamente las flores, cuándo alguna hierba mala comienza a nacer hay que arrancarla y no dejar que eche raíz pues si nos descuidamos podría desecar todo nuestro jardín. Tu esposa es como ese jardín,  cuídala... Ten en cuenta que la vida es una rueda de la fortuna y, siempre deberíamos estar preparados ante cualquier crisis. Las plagas y sequías pueden invadir nuestro jardín pero no  por eso lo debemos abandonar, al contrario lo debemos tratar con mayor dedicación y cuidar de él para qué vuelva a florecer. Así mismo en el amor, los  momentos de crisis se pueden superar siempre y cuándo tú lo quieras, lo único que se necesita es tener los deseos de luchar y seguir adelante. Cada día; admira, respeta, acepta, valora, da amor, comprensión y ternura a esa persona con quien compartes tu vida. Simplemente ámala y déjate amar".

¡¡¡Ésta noche llegan los Reyes Magos!!!

<em>¡¡¡Ésta noche llegan los Reyes Magos!!!</em>

Gritaba Martín. Sus ojos resplandecían como dos luceros y sus manos aguardaban una hoja doblada, su semblante esbozaba una sonrisa ¡Qué felicidad! “Mamá ¿ya tienes mi globo para la carta?” Toda la tarde fue un ir y venir por el pasadizo de las oficinas.

Yo, no lograba impedir escuchar sus súplicas y reclamos. Durante esto sucedía mi imaginación emprendió un vuelo y se remontó de mi niñez, ¡que tiempos aquellos!. 

Los tiempos han cambiado mucho, pero  lo que no creo que haya  cambiado  es la ternura e ilusión con la que se esperan esos tres protagonistas que se hacen tan reveladores en nuestra niñez.  

Tomé un folio en blanco y me decidí a escribir mi carta a los reyes magos...

Queridos Reyes Magos: 

Les escribo para saludarlos y decirles lo mucho que los amo. Desde que supe de su existencia fueron una lucecita de ilusión en mi corazón... Bueno sí con el paso de los años algunas veces se ha disminuido, pero en la vida todo cambia y que yo cambie no es extraño.

Hoy desde lo más humilde de mi ser quiero solicitarles re-surtan la cestilla elemental con los ingredientes que llegué a ésta vida todo era inédito y en cantidades titánicas. Quiero; un manojo de paciencia, otro de tolerancia, una ampolleta grande llena de esperanzas y de fe. Bueno me da pena exponerlo pero de igual forma  solicito una dotación de imaginación que se ha esfumado y mis días los he tornado repetidos. Ya sé, estarán pensando que he exagerado y  solicitado tantas cosas pero si me consienten quisiera adicionar un dispensario de emergencia que contenga; un frasquito de tabletas para tomar una dosis cada vez que decline mi fuerza de voluntad y logre seguir continuamente progresando, unas tiritas y botellita de antiséptico para medicinar mi corazón cuándo sea lastimado. Una bolsa amplia de basura para deshacerme de  todo lo que ya no valga en mi vida. Un reloj  que me haga recordar cotidianamente que cada segundo de mi vida vale oro y así aprenda a valorar el tiempo. Les solicito una tonelada de salud y deseos de vivir para ir en busca de mis sueños.  

¿Podrían interceder ante Él, para que se me concedan todos mis deseos?

Con cariño, 

Corazón...

Gozos Cibernéticos...

<em>Gozos Cibernéticos...</em>

Aquí estoy: venada sobre el pasto azul.
Los horizontes son planos luminosos
por los que cursan ríos secretos
arroyuelos por donde corren inquietas descargas eléctricas
-cifras digitales preñadas de cotidianos pensamientos.

Podemos hablar. Zambullirnos en formas geométricas.
Traspasar a conductores minúsculos el gesto de la risa,
acariciar las ideas en su incesante movimiento.

En el misterio interior de la máquina
imagino una ciudad donde soy oráculo y diosa,
principio y fin. Donde la electricidad fluye con mi deseo de vivir
y el ordenador es el puerto hacia un espacio
donde mi cuerpo es el palpitar del cursor
que se agita imitando la frecuencia de mi aliento.

Nunca antes
sobre el pasto azul
han podido ser los venados tan juguetones,
dúctiles, ubicuos.

Y nunca fue tan cierta la misteriosa frase de la creación:
En el principio era el Verbo.

Mi palabra te lleva y te trae. En el misterio del uno y del cero,
danzo para vos
este canto de gozo cibernético.

Gioconda Belli

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poemas de shanna

GRACIAS, gracias, siempre mil gracias...

Hoy he recibido un sobre con hermosos detalles, como el poemarío y anillo que muestro en la imagen. Es maravilloso pensar que al otro lado del océano hay una gran mujer que emplea de su tiempo escribiendo una carta, que sus manos tejen una pulsera y ese anillo que sin preguntar ha dado con mi talla :) GRACIAS BÚHO.

En otra ocasión ha sido TRINI, quién sin medir la distancia me ha regalado una exquisita joya que es Pétalos del Alma, entre otros tantos detalles ;) GRACIAS TRINI.

A veces no existen  palabras para expresar lo que mi corazón y todo mi ser sienten.

 A veces no sé que decir para agradecer lo mucho que me dan.

Lo único que siempre sé, es que la amistad no tiene fronteras y cuándo se quiere se puede.

Hoy, como ayer... Mi corazón danza de alegría.

Contemplo el cielo...

<em>Contemplo el cielo...</em>

Y puedo figurarte en los brazos de un ángel, sé que habitas ahí. ¿Sabes? Con tu partida te has llevado  momentos que jamás  volverán a ocurrir.

 

Sí tan solo consiguiera disfrutarte una vez más, te abrazaría, acariciaría pacientemente y te expresaría;  “hasta pronto mi linda princesa, mi compañera, mi novia, mi amante... Hoy te marchas y, te llevas un pedazo de mi corazón, el brillo de mis ojos y, me dejas apenas escasas ganas de existir”.

 

Hoy recuerdo, que eternos se hacían  los minutos en los que esperaba tu llegada. Pero más difícil  es esperar y saber que nunca más volverás. Acabas de partir y, ya comienzo a extrañarte.

 

Ya solo me queda contemplar  el cielo y  percibirte a través de él,  en el recuerdo calmas mi alma y   colmas de armonía a mi corazón. Espérame ahí adónde duermen las quimeras y se vive perpetuamente sin fin.

Dar es un arte...

<em>Dar es un arte...</em>

¿Por qué no le recibiste? Me han preguntado. Parece una mujer con gran corazón,  yo me limitaba a escuchar y guardar mi respuesta. Cuándo todos se marcharon   y me quedé sola con Isabel le dije:

¿Sabes  por qué no le recibí? Por qué la conozco, sé como piensa y siente, lo sé por su forma de platicar conmigo respecto a otras personas que en algún momento ha ayudado. Ella realmente no desea darme sino humillarme. Hizo su oferta delante de todos para que  supieran de su acto de bondad hacía mi.

Sí, hasta dar es todo un arte, se necesita tener un gran corazón. ¿Sabes? Cuándo era pequeña mamá siempre decía ésta frase: “lo qué da mi mano derecha no tiene por qué saberlo la izquierda” En ese tiempo no entendía su significado pero ahora que soy mayor lo comprendo. 

Dar sin condiciones, ni esperar nada a cambio, es un  acto que nace del amor hacía nuestros semejantes, solo entonces es una virtud. De otra forma solo es insulto. 

Dile...

Dile...</em>

Que su ausencia no pudo quitarme el sueño por las madrugas, que mis días son felices. Qué me has visto muy enamorado de un ángel que a mi vida a llegado y hoy en día me tiene cautivado.

 

Dile que estoy muy bien, qué los días han transitado y su ausencia ni siquiera la he notado, que mi corazón está tranquilo, qué mi tiempo ahora es mío.  Que ya no espero más su llamada.

 

 Dile que después de su partida un peso quite a mi vida.  que ya la he olvidado.

 

Miéntele  a mi favor. No le digas que hoy mientras de ella hablaba, mi voz se ahogaba por las lagrimas de desconsuelo que su recuerdo aún me provoca. No le digas lo que realmente sufro y  que mi vida hoy está vacía. No le digas que cuándo hablo de ella mi corazón se agita como si bailará al son de una bella melodía. 

¿Y qué importa...

<em>¿Y qué importa...

Si a éste amor nadie lo entiende?

Transitemos juntos en contra corriente,

Peleemos por nuestro amor que no conoce fronteras,

Vivámoslo siempre a nuestra manera. 

***

¿Y qué importa que para algunos sea tan oscuro?

Sí a los ojos nuestros  es puro y sincero.

Capaz de transportarnos a lugares inciertos,

Aquí, solo importamos; tú, yo y nuestros sentimientos.  

***

¿Y qué importa qué a nuestras espaldas murmuren?

Sí de cada momento vivido a tu lado,

Guardo lo mejor que tú me has dado.

Huellas indelebles que por siempre llevaré a mi lado. 

***

Ven... que nada te importe.

Amor mío, frágil y puro

¿Qué más da lo que digan?

Si estamos aquí y te amo. 

Caricias al corazón...

<em>Caricias al corazón...</em>

La presencia del otoño se siente ya...  El aire mueve dócilmente el ramaje de los árboles entre tanto las hojas desploman perezosamente y se  alojan en el suelo fangoso por la brizna. Es un espectáculo extraordinario y meritorio de disfrutar, la taza de café dan calor a mis manos frías, en la radio toca una canción de amor y entonces instintivamente  hurgó dentro de mi bolso buscando un tesoro que es una hoja dañada por el manejo  del que ha sido victima, ¿pero como no serlo? Si a veces es inadmisible pasar de esas palabras que son verdaderas caricias al corazón. Es la esencia de ese escrito la que lo hace individual.

 

Y la luna habló.
El fresco rocío se deslizaba entre las secas hojas de otoño.
El cielo parecía recuperar otra vez su negro atuendo.
La pasión del agua inundaba el paisaje.

Sabia decisión del jilguero:
cansado y atormentado por los vientos del oeste,
arrancó de sus entrañas fantasías tintadas en color ocre.
Y se fue... se fue a descubrir horizontes nuevos.

Perfecta tristeza de una gran ave.

Amanecer soleado, atardecer frío.
Copas verdes de cristal.
Recuerdos en si bemol.
Distancias infinitas y caminos inciertos.
 

Son recuerdos en si bemol...    

 

 

Como tatuaje en mi piel...

<em>Como tatuaje en mi piel...</em>

 Él, nunca creyó en los cuentos de hadas. Hoy como siempre salió  en  busca de  amores de mentira que daban a su vida únicamente besos de papel. Pero esa noche fue diferente, se quedó inmóvil simplemente no se pudo defender...

 Y, es qué el amor es simplemente así. Llegó cuándo menos lo esperaba ni siquiera lo buscaba, sólo es que estaba allí.

 Las palabras no eran necesarias, fue  su mirada capaz de llevarlo hasta la luna. Sus brazos de calmar su locura y sus labios de quemar su piel. Sí, era ella  quien se convirtió en el ángel de sus días. Basto un momento para quedarse colgado de su sonrisa, impregnado de su aroma, con ella conoció el paraíso y decidió vivir en él. 

Hoy sabe que si se marcha no existe más nada. Y a su oído susurró; amor quédate por siempre conmigo. 

Cuándo sea grande quiero ser...

<em>Cuándo sea grande quiero ser...</em>

Hice una taza de café y me senté en el sofá favorito frente al televisor, pronto comenzaría el actual reality show en México. La conductora entrevistaba a cada uno de los concursantes y ellos exponían sus planes a futuro.

 

Todos sin dejar uno solo hablaban del futuro ¿y el presente qué?  A mi nadie me entrevista pero cuándo hablo con alguien tengo la fijación por decir “antes cuándo era más joven, tuve...”, o si no, por ejemplo “me he comprado unos zapatos que pienso usar en una fecha especial”.  Una de éstas noches platicando con un gran amigo le decía que a veces el miedo a lo que está por llegar me hace estremecer y me llena de angustia.

 

Que tontería más grande, cuándo pienso en lo que he vivido, lo que ha pasado, lo que he perdido me deprimo y, si pienso en el futuro me da miedo.  “Que tonta... ¿Te diste cuenta? Todos hasta tú hablan en futuro. ¿Por qué esperar tanto para ser feliz? ¿Por qué esperar una fecha especial para usar ese vestido que tanto te gusta? ¿Por qué no usar tu perfume favorito? ¿Te has dado cuenta que para ti el presente no existe? ¿Por qué esperar siempre... siempre el futuro?”

 

Por un momento no supe más del programa mi mente se echo a volar y una voz interna me decía...

 

“Te estoy observando y sé que ahorita mismo estás pensando en mañana, es verdad... Dejaste trabajo pendiente, hay muchas cosas por hacer, pero ahora mismo estás viendo la Academia, olvida todo y disfruta este momento. Saborea y sumérgete  de ésta  tranquilidad que la vida te ofrece. No olvides que, un hombre sin planes es un alguien sin ilusiones ni esperanzas, pero no significa que te debes angustiar por lo que está por venir y mucho menos deprimir por lo que ya sucedió, no esperes más para vivir y ser feliz únicamente con lo que tienes ahora mismo y nada más”.

 

De pronto llamaron a  la puerta  y mi mente regreso, era mi amiga Isabel, venía a contarme  que está muy preocupada pues mañana es el primer día de colegio de su hijo –“Recuerdo cuándo era pequeño era yo tan feliz... no tenía que preocuparme por los uniformes, ni por las inscripciones ¿Te imaginas cuándo vaya a la Universidad?...

Remembranzas...

<em>Remembranzas...</em>

Ayer... Un día como hoy mis pies descalzos caminando por la arena, el sol abrazaba mi piel. Me senté en las rocas y saqué mi libro rosa,  las sensaciones comenzaron a fluir como el agua de las olas.

 

“Experimento la sensación de lejanía que me ahoga sintiendo venir el fin en nuestra historia de amor. No tengo mas excusas y, las razones se quiebran en mis labios. ¿Cómo explicarte que me has dado tanto cómo nunca antes nadie me dio? ¿Por qué es tan difícil entender esos finos lazos que nos unen? Contigo he compartido diferencias, tristezas, alegrías y, mi hombro nunca se movió. Ha sido la rutina, lo cotidiano de la vida  que pasa como el ir y venir de las olas y al final se quiebran marcando la separación”.

 

Cerré el libro lo abracé fuertemente y comencé a caminar. El miedo me hizo presa acompañada de la inseguridad. Y es que nunca te tuve por eso nunca te perdí.

 

Sí, lo sé, lo sé eso fue ayer. Pero hoy que te pienso añoro fundir tu cuerpo junto al mío y escuchar la sincronización de los latidos de tu corazón y el mío...

 

Ya, solo es que hoy he vuelto a caminar por esas playas y las nubes han cubierto el sol.

Limosnero anónimo...

<em>Limosnero anónimo...</em>

Me gusta el horario de verano por que aún siendo tarde hay sol y es posible disfrutar un poco más de la luz del día. Hoy, tenía ganas de caminar un poco, entonces invité a mi compañera de trabajo para que al salir fuéramos al centro de la ciudad. Como hacía calor decidimos comprarnos un helado y sentarnos en un banco del parque. Al poco tiempo de estar allí, pasó un mendigo pidiendo limosna, ella sacó unas monedas de su bolso y se las dio.

 

Esa escena se prestó para comenzar la siguiente conversación:

 

-“Sabes, cuándo era pequeña éstas personas eran a las únicas que conocía como mendigos”.

 

Entonces yo respondí; –“¿Y ahora?”.

 

 –“Bueno ahora con el paso de los años algunas veces yo también me he sentido un mendigo”.

 

 –“¿Por qué dices eso?”.

 

“Mira no sé si me entiendas pero cuándo me enamoré por primera vez, recuerdo claramente que en algún momento de la relación llegué a suplicar un poco de su amor, así mismo le pedía con lágrimas en los ojos y mi voz apenas susurrando “no me dejes por favor”, ¿Puedes creer eso? En ese instante mendigaba  amor, para mí era suficiente una limosna que se traducía en un beso, una mirada,  para sentirme feliz. Me convertía en aquél   niño cuándo es engañado con un dulce y sufría de la misma manera sintiéndome amenazada por perder algo que  nunca había tenido,  su amor”.

 

Mientras hablaba mi mente viajaba a través del tiempo.

 

“Ya ves a la jefa,  vive enojada con la vida. De que le sirve vivir en esa gran mansión, llena de comodidades y lujos si su alma esta vacía y carente  de amor. La pobreza que sufre su interior es tan grande como la de cualquier mendigo de la calle. ¿Viste? Hoy se veía muy guapa, elegantemente vestida pero... Su mirada era triste y en sus actos solo expresa rencor y amargura, su corazón debe estar muy dañado.  ¿Qué me dices de los hijos olvidados? Pasan los días completos sin ver a sus padres por  que trabajan mucho, esos pequeños son mendigos de la presencia, del cariño y el calor de un hogar para sentir que realmente viven en familia".

 

Entonces ya para finalizar le dije;

 

“Bueno siendo así creo que debemos ser muchos los limosneros anónimos que andamos escondidos por el mundo, por que sí, tienes razón ahora que bien lo pienso, yo también en algún momento de mi vida he sido un mendigo más”.

 

Hay que trabajar y entender que el amor y la amistad, no se deben mendigar, son sentimientos  que nacen en lo más íntimo de nuestro ser  y que crecen alimentándose de un sin número de detalles no materiales, más bien espirituales que fortificaran las relaciones y nuestro ego. Esa es una buena solución para terminar con esa mendicidad y construir una vida mejor en todos los sentidos.

Volver a empezar...

<em>Volver a empezar...</em>

Siempre le gustaba soñar con los ojos abiertos,  un día se cansó de soñar y puso todo su esmero y dedicación para alcanzarlos y hacerlos realidad.

 

Él era muy feliz, sentía que no podía pedir más a la vida, le había dado todo y hasta un poco más.  Su felicidad fue muy corta pues un día su cielo se vistió de gris, no salió el sol, vino una gran tormenta y bastaron unos segundos para destruir todo lo que construyó en años.

 

Sentado a la orilla del camino se quedó mirando las ruinas que habían quedado, sus ojos se cansaron de llorar y su alma de sufrir, entonces  pensó; “La tormenta ha destruido  todo, pero yo sigo vivo”. 

Comenzó poco a poco a limpiar el terreno, se deshizo de todas las ruinas y, lo dejó listo para comenzar una nueva construcción más firme y hermosa.

Mi alma...

<em>Mi alma...</em>

Es muy pequeñita pero siente en grande. Su mayor alimento es; la comprensión, cariño,  amor y  respeto. Le encanta sentirse querida y acompañada.

 

Que hermoso siente cuándo la besan. Ese beso lo percibe a través de la distancia y en la cercanía de lo cotidiano. Cuándo alguien amablemente le tiende su brazo para apoyarse en los momentos difíciles de la vida. En el silencio dónde no hacen falta las palabras y mucho menos las preguntas, es suficiente  sentir esas manos que le proporcionan compañía. En el brillo de esa tierna mirada diciéndome “te quiero”.

 

Que noble es nuestra alma, no pide nada imposible tan solo le basta un beso. Qué bien se siente cuándo alguien besa mi alma, con una sola palabra, gesto, mirada.

 

 Hoy te invito a que bajemos de ese pedestal de orgullo que muchas veces nos consume y seamos capaces de besar el alma de quién lo necesita.